Primer Lugar Concurso de Arquitectura Intervención Urbana 2014 / México

Escrito por Daniela Cruz
Publicado el 15 de Mayo, 2014

El enunciado del 4° Concurso de Arquitectura Intervención Urbana 2014 del Centro Histórico proponía la transformación del espacio público en dos grandes ejes de la Ciudad de México, por un lado a nivel de calle y de los comercios, y por otro, la remodelación del actual Mercado de Artesanías de la Plaza de San Juan.

En ArchDaily México ya hemos publicado al Segundo Lugar, y en esta ocasión les presentamos la propuesta de Morodo Arquitectos, ganadores del Primer Lugar en esta competencia, quienes rescataron la dañada actividad comercial de la zona al introducir otros programas complementarios a las actividades comerciales.

Descripción de los Arquitectos

En el deterioro notable de este espacio fundamental en el centro de la ciudad, es evidente un desordenado comercio de prácticas ambulantes, un uso inadecuado de las instalaciones, y un gran número de obstáculos físicos y vehiculares que impiden que el usuario sea el protagonista del espacio. El área de intervención comprende la calle Dolores que pasa por el Barrio Chino y el comercio de luminarias, la Plaza de San Juan junto con el Mercado de Artesanías y finalmente la calle de Pugibet.

La propuesta tuvo muy presente que las prioridades serían ordenar y recuperar el espacio actual para potenciar el intercambio de experiencias, a través de un nuevo programa cultural y comercial para la zona, bajo los estándares de sustentabildad, ahorro energético y el aprovechamiento de recursos naturales.

Se entendía que se debía mantener, a modo de referencia de partida, que la demanda natural de la aglomeración comercial no es sólo la población residente, si no que hay que contar también con la población trabajadora y la afluencia de turistas. Por lo tanto se tenía que incrementar en número y calidad la estructura comercial actual.

La propuesta de intervención urbana pretende ser una guía con pautas y criterios de trabajo para aumentar el atractivo de esta aglomeración del Centro Histórico de la Ciudad de México. El trabajo realizado en estrecha colaboración con las opiniones de los comerciantes, se ha desarrollado hasta el nivel del diseño de los elementos de urbanización.

Se optó por una paleta de colores que respetara otras actuaciones en el espacio público del Centro Histórico, así como un diseño que considerara no solo la funcionalidad si no también que tuviera una materialidad para el uso rudo.

Entre los condicionantes de partida se encontraba el aspecto de sustentabilidad de la actuación. Para ello, la propuesta se pensó como obra de ingeniería en la cual se canalizaría el agua pluvial, a través de los desniveles del terreno y pequeños depósitos, para que junto con una bomba alimentada por energía solar, sirvieran para dar mantenimiento a las necesidades locales de la vegetación y limpieza viaria.

Aprovechamiento de los recursos naturales

Las intervenciones a nivel de tránsito vehicular y peatonal, fueron la ampliación del ancho de banquetas, diferenciación de acabados para arroyo vehicular y peatonal, reordenamiento del mobiliario urbano, rediseño de los cruces peatonales para tener una mayor visibilidad los peatones y una correcta señalización vial para que el conjunto fuera más seguro y funcional.

También se eliminaron guarniciones y banquetas para generar un solo nivel de circulación, de manera que todo el nivel de calle y de comercio fuera 100% accesible para personas con discapacidad. Se planteó ampliar el espacio para el peatón haciendo peatonal algunas calles, de manera que el espacio que ocupaban antes 150 coches estacionados en banquetas fuera para ubicar vegetación, bancas y otro mobiliario urbano. Con esta modificación se le pudo conceder espacio al carril-bici y seguir concediendo espacio de carga/descarga a los comerciantes locales.

Otro de los puntos importantes de la intervención fue la unificación de los bajos comerciales. Se apostó por unificar la banda de letreros de publicidad de los locales, a través de una cinta de alucobond gris oxford mate que tuviera retroiluminación y le concediera un carácter de área comercial ordenada y atractiva para el público. Así como en la renovación de los escaparates en cuatro tipologías según las necesidades del locatario, totalmente abiertas a través de una cortina de seguridad de aluminio anodizado multiperforado, semi-abiertas con el uso de cancelerías/biombo, y cerradas o privadas que utilizarían cancelerías fijas y con puertas abatibles o corredizas.

Con estas actuaciones a nivel de fachada y calle se prentendió rescatar la identidad de los barrios actuales, privilegiando a los primeros pobladores y actuales locatarios y dignificando su significado dentro del conjunto del Centro Histórico de la Ciudad de México, a manera de que los residentes y turistas convivan en un marco de respeto.

La segunda parte de la intervención está centrada en la remodelación del Mercado de Artesanías de la Plaza de San Juan. La idea proyectual fue hacer que el espacio interior del mercado se abra al nivel de la calle, de manera que se de continuidad a toda la propuesta del espacio público. Para ello se propuso unos taludes de pasto al nivel de la planta baja del mercado y abrimos el actual cerramiento en fachada para que los comerciantes puedan instalarse y atraigan tráfico de turistas al interior del edificio.

Se reorganizó el actual programa del mercado en tres niveles: planta sótano o de estacionamiento, que va a conservar parte de su ocupación para vehículos, pero otra parte concederle una galería de arte subterránea que estará iluminada por un patio de luces cenitales; planta baja o de acceso, que incorporaría a través de taludes de pasto al nivel de la plaza y calles, a manera de tener un establecimiento de mayor prestigio comercial como son restaurantes, librerías, etc. y también abra las puertas al mercadeo a nivel de calle, tan típico del centro histórico; en tercer nivel se mantendría la trama de locales y favorecer aperturas en fachada para crear unos miradores hacia la plaza.

Para la remodelación de la fachada del Mercado de Artesanías se le incorporía un exoesqueleto a base de un patrón artesanal, que va a crear una sensación de profundidad y claro-oscuro que le dará una identidad reconocible a todo el conjunto.